Saca a pasear tus ideas

Saca a pasear tus ideas

Saca a pasear tus ideas

Si hay algo de lo que me siento orgulloso es de haber aprendido que compartir las ideas, en lugar de privatizarlas, es un hábito sano desde todos los puntos de vista. Ya forma parte de la innovación 2.0 que explico y difundo a través de mi blog, y de la página-web de eMOTools

Antes era un poco paranoico y tendía a guardar celosamente las que creía buenas ideas para que no me las copiaran. Lo confieso, no he sido siempre generoso en esto.

Hoy veo las cosas de un modo muy distinto. Creo por convicción, y por conveniencia, que las (buenas) ideas merecen ser compartidas, o como digo en el título de este post, están pidiendo a gritos que las saquemos a pasear.

Voy a comentar cuatro razones por las que creo honestamente que eso debe ser así:

1º) Es difícil (con honradas excepciones) ganar mucho dinero con una simple idea (el qué), si no viene acompañada del cómo, que es algo más personal.

Como dice Mark Campbell, fundador de la empresa Digital Park, "yo no tengo miedo de explicar mis ideas porque no tengo miedo que me las roben. El secreto está en cómo las llevas a la práctica, cómo las ejecutas".

Lo que vale realmente es el cómo, y también, esa habilidad natural de empujar la idea hasta el final que se llama perseverancia.

2º) "Regalar ideas" casi nunca cae en saco roto, e incluso puede ser muy rentable. Cuando una idea tuya gusta (el QUÉ), es bastante posible que después se pongan en contacto contigo para que les ayudes en el CÓMO.

No soy tonto y sé que también es posible que la echen en el saco y salgan corriendo sin ni siquiera darte las gracias, pero eso ocurre menos, y lo digo por experiencia. En todo caso, es el coste que hay que asumir por hacer lo correcto. 

3º) Un tercer argumento: ¿para qué quieres coleccionar ideas, si no tienes los recursos, ni el poder de convocatoria para hacerlas realidad?  Es mi caso, y el de mucha gente, que podemos tener iniciativa pero dependemos de recursos complementarios para viabilizar muchas de las ideas que se nos ocurren.

En esas condiciones, tanto celo es estúpido, e incluso voy a ser más preciso en mis intenciones:

Estoy dispuesto a que me roben el 80% de las ideas que saco a pasear, a cambio de hacer realidad el 20% que me queda.

No debería preocuparnos tanto lo que ganen los demás gracias a nuestras ideas. Más bien convendría que nos alegremos. En rigor, lo importante es lo que ganamos nosotros.

Por eso hay que sacar a pasear las mejores ideas para que no mueran tristemente en un cajón. Algunas servirán para ponerse medallas a algún buen cazador de oportunidades, pero otras terminarán haciéndote feliz porque has podido llevarlas a la realidad.

Incluso en el primer caso, si lo interpretas positivamente y comprendes que forma parte del juego creativo colectivo, es posible que hasta te lo agradezcan.

4º) Por último, compartir ideas tiene otra gran ventaja: mejorarlas con ayuda de la opinión de otros. Si no hablas de tus proyectos, cómo vas a saber el efecto que producen o cuál es su potencial. Es común que nos enamoremos en exceso de nuestras ideas y terminemos siendo muy poco objetivos así que un poco de discernimiento externo viene bien.

Tú vas revelando tus proyectos, y provocando el punto de vista del otro, que los enriquece con sus críticas. Cada confidente se queda con tu idea y la parte que él te aportó, pero tú te quedas al final con las de todos los que la han comentado. 

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