No hay innovación sin liderazgo

No hay innovación sin liderazgo

English Follows | Chinese Follows | Text en català

Estoy más que preocupado por el fin del capitalismo. Puede sonar un poco raro, teniendo en cuenta que me defino como progresista (¿qué es eso hoy?), o sea, por lo menos escéptico sobre la ?razón social? de la empresa,  y que además nada parece indicar que el boyante universo del dinero por el dinero vaya a hundirse, hoy por hoy.

Pero la verdad es que me preocupan los síntomas de ?pérdida de horizonte? en el que el mundo de la empresa ha entrado como consecuencia de la sustitución progresiva e imparable de los profesionales por financieros en las riendas del poder empresarial. Hoy manda sólo el discurso con los accionistas, y la pasión del fundador de empresas se ha diluido en las operaciones financieras cargadas en el arma de la hoja de cálculo.

Un simple ejemplo, que, como veréis enseguida, podría salirme por la culata. ¿Quién, en las actuales circunstancias de total dominio de la cuenta de resultados (hay que pagar las nóminas), se atrevería a rechazar un posible proyecto de 500.000 euros por qué ve que no tiene ningún sentido, y, consecuentemente, así lo comunica al cliente? ¿Quién hace esto sin el riesgo de que le tilden de tonto, en especial aquellos que como buitres están a la espera de tu NO para lanzarse directos a la víctima? ¿Hasta dónde hemos llegado que la idea original de una empresa, el proyecto vital de su fundador, se diluye en el mero fluir de facturas?

No estoy ya definitivamente ido. Sólo creo que va en el beneficio futuro de todos que entendamos que las cuentas de resultados deben tener su intersección con el progreso social. En otras palabras, no hay futuro posible si este no es social? Así lo comentó en su día en su interesante libro ?Ils vont tuer le capitalisme?, el fundador de AXA, Claude Bébéar,

Me da la impresión de que vamos a una pequeña variación del argumento de la legendaria película Ultimátum a la Tierra (?The day the World stood still?), en la que un extraterrestre, el apuesto Klaatu, llegaba a la Tierra en su platillo (el film data de 1951, en los que el platillo era el referente del más allá), acompañado de su omnipotente robot Gort (que el solito podía cargarse la Tierra).

 

Klaatu venía a advertirnos que los otros planetas habitados no iban a permitir la existencia de un planeta agresivo como el nuestro (la Tierra acababa de salir de una guerra mundial, no debemos olvidarlo, y la amenaza nuclear ya era una realidad) que era al fin y al cabo, una potencial amenaza para los demás. Por ello exigía una reunión con todos los mandatarios del planeta para darles un ultimátum: o cambiáis de rumbo, amigos, o quien os destruirá, de forma puramente ?preventiva?, seremos nosotros, nos advertía.

Pues bien, necesitamos un Klaatu universal que nos diga que el peligro de una visión exclusivamente financiera del mundo es tan peligrosa como un mundo lleno de cabezas nucleares. La bomba social está en marcha.

Estoy totalmente convencido de la necesidad de la iniciativa privada, que nadie se equivoque. No hay futuro sin empresarios: radicalmente, los empresarios son los que con su visión, energía y pasión, generan riqueza para todos. De hecho creo que el sector público es demasiado grande en Europa, y que tenemos una actitud excesivamente filial respecto al papá Estado. Pero también creo que lo ?público? tiene un papel fundamental para conectar el talento de un territorio en un horizonte de futuro social.

Y no vamos bien, en este sentido. Seré franco a través de un ejemplo. El otro día asistí a un acto en el que había unos 1200 ingenieros, la mayoría de telecomunicaciones  (posiblemente, lo mejor de mi ciudad). Un acto muy bien organizado y con una logística de cronómetro. Una ocasión realmente única para ?encender el fuego? de la innovación, si se me permite la expresión. Un momento único, por lo caro de llevar a toda esa gente a un punto del espacio-tiempo, para entusiasmarlos en un proyecto colectivo. Un momento singular para conectar mentes en un vector de ambición por un mejor futuro, empresarial y social: ?Amigos, es el momento de los proyectos conjuntos, de colaborar compitiendo, de sumar o, mejor, de multiplicar. Amigos, el futuro es atreverse ahora!?, esperaba oir.

Pero no, no fue así. El político de mayor nivel en el acto fue gris, de bajo nivel. No fue prácticamente aplaudido al salir a escena (o sea, su prestigio = cero), ni al acabar su retórica (empatía conseguida = bajo cero). Que fantástica ocasión dilapidada.

Se podría decir, quizás, que ya no podemos esperar nada de los mundos de la administración y de la política (que, recordemos, no son el mismo mundo), y que si algo tiene que pasar deberá venir de la capacidad de transformación de la sociedad civil. Pero no estoy de acuerdo. De hecho, es justamente porque la iniciativa privada es, ?genéticamente?, individualista, gremial, orientada a la explotación de un área pequeña de la realidad, que opino que su impacto es menor del posible como elemento de ?futuro social?.

Creo que justamente la nueva responsabilidad de lo público consiste en establecer los puentes que conecten las personas de la sociedad civil que están dejando su piel para que la riqueza siga creándose (literalmente es así, en un contexto de emergencia de la competencia global que ha cambiado radicalmente las reglas del juego). La función de lo público es hacer que la sociedad funcione (servicios públicos e infraestructuras), y que la sociedad progrese. Y esto último se consigue catalizando la combinación de talentos individuales.

El papel de lo público sería, pues, conectar lo privado, a través de proyectos transversales ambiciosos. Crear ?espacios? donde flirteen y se crucen promiscuamente las iniciativas individuales de emprendedores y empresarios. Es crear el ?estado mental? colectivo de optimismo en nuestras capacidades colectivas para ?crear futuro?.

Y eso no se hace sin prestigio. El de Steve Jobs, el alma de Apple. El de  Branson, el motor de Virgin. El de Botín, con una ambición global de líder financiero con el Santander. El de Amancio Ortega, con su modelo de Zara. El de Félix Tena con Imaginarium.  Y otros muchos?

Todas estas personas son catalizadores de talento. Vectores de liderazgo que hace que las cosas ocurran en sus empresas. Y que sabiamente combinadas por líderes públicos, en grandes iniciativas de progreso y ?futuro social?, pueden tener un efecto transformativo brutal. Es el caso de Irlanda, donde lo público se ha hibridado con lo privado, y han puesto los recursos financieros de la sociedad en conjunto (lo público) al servicio del desarrollo de las iniciativas privadas, pero no desde el mero egoísmo organizativo, sino desde la creación de riqueza colectiva.

Si el objetivo de la innovación privada es ?aumentar el tamaño del pastel?, el objetivo de lo público debería ser aumentar el pastel en la tercera dimensión, de manera que no sólo gane el que ?vende? sino que gane el conjunto de la sociedad.

Dos ejemplos que quiero comentar.

El programa INNOVA de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) ha lanzado un interesante programa para la ?aceleración? de empresas innovadoras surgidas como spin-offs de las universidades. La idea es conectar a esos valientes emprendedores con empresarios y directivos maduros, que saben cómo hacer crecer una empresa, porque ellos lo han vivido en primera persona. Que la entusiasta gente del programa INNOVA de la UPC haya convencido a la ?sociedad civil? empresarial (directivos y empresarios con prestigio) que aporten su conocimiento a los ?jóvenes? me parece un extraordinario ejemplo de ?conectar personas?, de catalizar las conexiones, que difícilmente aparecen de forma espontánea, para contribuir a un objetivo social: la creación de riqueza en forma de nuevas empresas viables, fuertes.

Otro ejemplo es el de la reorganización (?refundación?, sería más correcto) del portal de la Generalitat de Catalunya. Un esfuerzo para aplicar las últimas tecnologías de arquitectura y buscadores de información, que no se queda, sin embargo, en el ámbito de lo interno a la administración. Gencat se puede convertir con el tiempo en un fantástico vehículo para acabar organizando toda la información del país, una verdadera infoestructura, que conecte las islas de información hoy esparcidas por el territorio digital. Un fenomeno de ?urbanización digital? que proyecta riqueza.

Porque hay que recordar que de la conexión de islas no resultan islas conectadas, sino continentes.

Dos casos que no hubieron sido posibles sin fuertes liderazgos, de personas a las que gusta complicarse la vida por el bien público. Que conectan energías que fluyen en líneas paralelas y que sin una masa gravitatoria distorsionante nunca llegarían a confluir (¿se me permite aquí usar una metáfora basada en la relatividad general, la lente gravitacional?).


 

Una última nota: los que amamos nuestro país, los que creemos que o pensamos en el futuro o  nada, tenemos ahora una importante responsabilidad. Hay que poner energía para conectar los nodos de iniciativas emprendedoras. En otros países las sinapsis aparecen de forma espontánea, como en los Estados Unidos. Pero aquí, amig@s mí@s, no. Es nuestra responsabilidad catalizar las sinapsis (conexiones) entre los nodos más activos, que la lógica empresarial lleva en principio a pensar de forma egoísta.

Infonomía así va a hacerlo: nuestro proyecto es ahora conectar a los inquietos de forma productiva.

Y es, concretamente, mi responsabilidad. Anuncio, pues, desde aquí, mi compromiso para dejar sólo de hablar de esto, y empezar a hacerlo.

Hay que estar, pues, un poco loco? sabiamente loco
(véase este artículo sobre el redescubrimiento por la economía de la importancia del innovador y emprendedor en un reciente The Economist).

Hay que liderar locamente para que nuestos hijos puedan vivir mejor.

English

There’s no Innovation without Leadership

I’m more than a little worried about the end of capitalism. That might sound a bit strange, bearing in mind that I consider myself to be progressive (What does that mean today?), or at least sceptical about companies and society, and nothing at the moment seems to indicate that the buoyant world of money is about to collapse.

But the truth is that I?m worried by what seems to be a «loss of horizon? in the business world as a consequence of the gradual and unstoppable substitution of professionals by financiers as holders of the reins of power. Today, it’s only what the shareholders have to say that counts, and the passion of company founders has been diluted in financial operations armed with spreadsheets.

A simple example, which – you?ll see in a moment – may backfire on me. Who, in the current situation where the profit and loss statement is king (well, salaries have to be paid) would dare to turn down a potential ?500,000 project because they see that it makes no sense and would tell the client so? Who does this without risking being labelled daft, especially by those who, like vultures, are waiting for you to say ?no? so they can launch themselves at the victim? Where have we got to where the original idea of the company, the essence of the founder?s idea, has become diluted in the mere flow of invoices?

It?s not that I?ve lost the plot. I only believe that it?s in all our interests that we understand that profit and loss statements need to intersect with social progress. In other words, the only possible future is a social one. That?s exactly what, in his day, Claude Bébéar, the founder of AXA, said in his interesting book Ils vont tuer le capitalisme (‘They?re Going to Kill Capitalism’).

All this gives me the impression that we?re in a slightly altered version of the plot of the film, The Day the World Stood Still in which an extraterrestrial, the dashing Klaatu, arrives on earth in his flying saucer (the film dates from 1951, where flying saucers represented everything ?out there?), accompanied by his omnipotent robot, Gort (who alone is capable of destroying the earth).

Klaatu comes to warn us that the other inhabited planets are not going to tolerate the existence of an aggressive planet like ours (the planet Earth had just come through a world war, we shouldn?t forget, and the nuclear threat was very real) that was, after all, a potential threat to others. So, he demands a meeting with all the leaders of the planet to give them an ultimatum: either change direction, friends, or we?ll destroy you as a purely ?preventative? measure.

Well, what we need is a universal Klaatu to tell us that the danger of a purely financial view of the world is just as dangerous as a world full of nuclear warheads. The social bomb is primed.

Make no mistake, I am completely convinced of the need for private initiatives. There is no future without entrepreneurs: entrepreneurs are people who, with their vision, energy and passion, generate wealth for everyone. In fact, I believe that the public sector in Europe is too large, and that we have an excessively filial respect towards the nanny state. But I also think that the public sector has a fundamentally important role to play in connecting the talent of a country with a social future.

And, in this sense, we?re not doing very well. Let me be frank and give you an example. The other day, I attended an event with 1,200 engineers, most of them telecommunications engineers (possibly, the best in the city where I live). The event was well organised and logistically spot-on. A really unique occasion to, if you will, ?light the fire? of innovation. A unique moment, for the expense of bringing all those people together in one moment in time and space, to enthuse them in a collective project. A singular moment to connect minds in one vector of ambition for a better business and social future: ?Friends, now is the time to do projects together, to collaborate whilst competing, to add to, to improve, to multiply. Friends, the future is to dare now!? is what I expected to hear.

But no, it wasn?t like that. The high-level politician turned out to be a low-level grey. There was practically no applause as he left the stage (so, zero for prestige), or at the end of his speech (zero for empathy). What a spectacular waste of an opportunity.

You could say, perhaps, that we can?t expect anything from the worlds of government and politics (which, let?s remember, are not the same), and that if something has to happen, it will have to come from the transformative capacity of civil society. But, I don?t agree. In fact, it?s precisely because private initiatives are ?genetically? individualist, orientated towards their own professional bodies and towards exploiting a small area of reality, that I think their impact is less than what it could be as an element of the ?social future?.

I think that the public sector?s new responsibility is to build bridges to connect people in civil society who are giving their all to create more wealth (it is, literally, like that, in an emerging global economy which has radically changed the rules of the game). The purpose of the public sector is to make society function (public services and infrastructure) and to make society move forward. This last point is brought about by it acting as a catalyst for bringing individual talents together.

The public sector?s role, then, will be to connect the private sector, via ambitious cross-cutting projects. To create ?spaces? where ideas from individuals and entrepreneurs can ?promiscuously? flirt with one another. To create the collective ?mental state? of optimism in our collective capabilities to ?create the future?.

This isn?t done without an element of prestige. Like that of a Steve Jobs, the soul of Apple. That of a Branson, Virgin?s engine. That of a Botín, with ambitions for global financial leadership. That of an Amancio Ortega, with his model for the Zara chain. That of a Félix Tena with Imaginarium. And many more?

All of them act as catalysts for talent. Vectors of leadership who make things happen in their businesses. And which, wisely combined by public sector leaders, in big initiatives of progress and ?social future?, could have brutally transformative effects. This has happened in Ireland, where the public sector has been crossbred with the private sector and where they have pooled society?s financial resources together with the private sector in order to develop private enterprises. This hasn?t been done for mere organisational selfishness, but rather in order to create collective wealth.

If the objective of private innovation is to ?increase the size of the cake?, the objective of the public sector should be to increase the cake in the third dimension, in a way which not only the ?seller? wins, but where the whole of society benefits.

Let me give two examples.

The INNOVA programme at the Polytechnic University of Catalonia (UPC) has come up with an interesting idea to help ?accelerate? innovative companies which have come about as university spin-offs. The idea is to connect these courageous, enterprising folk with mature businesses and directors, who know how to grow a company, because they have done it themselves. The fact that enthusiastic people running the INNOVA programme at the UPC have convinced ?civil society? in the business world (top-level directors and prestigious companies) that they can contribute their ?young? knowledge seems to me an extraordinary example of ?connecting people?, of acting as a catalyst for connections, which don?t easily come about spontaneously, in order to contribute to a social objective: creating wealth in the form of new, viable and strong businesses.

Another example is the reorganisation (?re-starting? would be a better way of putting it) of the Catalan Government’s website. This is an effort to apply the latest architectural and search-engine technology, and one which is not restricted to within government. With time, Gencat may become a fantastic vehicle to organise the country?s entire information, a real infostructure connecting the different information islands currently scattered around the digital sphere. A ?digital urbanisation? phenomenon which creates wealth.

Because we have to remember that connecting islands doesn?t just connect islands: it links continents with each other.

Two examples which would not have been possible without strong leadership, from people who like to complicate life for the public good. Who connect energies which flow in parallel lines and which, without their own distorting gravitational mass would never come together (if you will allow me to use a metaphor borrowed from general relativity, the gravitational lens).

One final note: those of us who love our country, who believe thinking about the future is the only option, have an important responsibility. We have to put our energies into connecting the nodes of entrepreneurial initiatives. In other countries, such as the United States, synapses appear spontaneously. But not here, my friends. Our responsibility is to act as catalysts for the synapses (connections) between the most active nodes, which business logic leads us to think of in a selfish way.

Infonomía is going to do just that: our project is to connect with enterprising individuals in a productive way.

This is my specific responsibility. Here and now, I announce my commitment to stop just talking about this and to start to do something.

You have to be a touch mad? in a wise kind of way.

(Have a look at this recent article from The Economist about the economy rediscovering the importance of the innovator and entrepreneur.)

We have to lead locally so that our children can live better.

Chinese

领导无方就出不了创造

我对资本主义的结果不仅仅是担忧了。这听上去可能有些奇怪,特别是注意到我自认为是属于激进派的(今天到底什么是激进派呢?),或者说,我至少对于企业的?社会户名?持怀疑态度,并且,似乎今天看来,没有什么能够表明那个富有的钱途世界正在坍塌。

但事实是,我对于那些?视角缺失?的征兆很担心,就是说,企业由于自身不断的发展而进入了一个世界,这个世界是由那些专业人士通过金融缰绳来进行统治的。如今只有股票投资者才有发言权,而企业创始人的激情早被一张又一张excel表格中的金融操作所稀释。

举一个简单的例子,你们马上就能看出来我讲的有理。在今天这个唯损益表重要(要发工资的啊)的情形下,有谁会因为仅仅看到它毫无意义而去拒绝一个 五十万欧元的项目呢?谁会冒着被别人叫傻冒的风险这么做?特别是那些准备就绪的秃鹫们正等着你的说的?不?字直接成为他们的盘中餐。至于企业创始之初的原 本想法,其创始人的根本项目,我们到底实现了多少?是不是就在开发票的过程中消亡了?

我不是完全理想化了,只是觉得在将来的损益表??也就是我们认为的体现企业经营结果的报表中,应当加入一个关于企业社会(或者叫公益)效应发展的 分支。换句话说,如果损益表不体现社会性(或者叫公益性)那么就没有未来可言??AXA的创始人Claude Bébéar就在一本很有趣的书里写过(?Ils vont tuer le capitalisme?)。

我觉得我们正在朝电影《世界仍然存在》(?The day the World stood still?)的一个改编版方向发展。在那部电影中,一个外星球环境里,虚构人物Klaatu乘着飞碟来到我们地球(电影是1951年的,那时飞碟就意味 着外太空),陪伴他的是他的机器人Gort(其实这个机器人独自就能把地球搞定)。

Klaatu来这里的目的是警告我们,其他星球的居民不会同意有像我们这样一个富有侵略性的星球存在(当时地球上刚刚结束了世界大战,而且我们还 不能忘记,核战争的威胁已经变成了现实),这本身对其他人来说就已经是个非常强烈的信号。因此他要求同地球上所有执政者会面,给他们下最后通谍:或者你们 改变方向,我的朋友们,或者将有人??也就是我们??以完全预防教育的方式来把你们摧毁??这是他当时的警告。

那么好,我们就需要这样一个国际性Klaatu来告诉我们单单从金融角度看待问题的危险其实不亚于一个装满核战争头脑的地球。社会性原子弹已经箭在弦上。

我完全相信最初创意的需求,相信没有人搞错了。没有企业家就没有未来:特别是,企业家们通过他们的视角、精力和激情,为所有的人创造着财富。事实 上,我认为欧洲的公用企业太过于占比例的,感觉上我们似乎都是国家的子公司。但同时我也认为?公益性?在未来智能与社会接壤方面将扮演一个根本的角色。

而事实上我们做的不好。我坦诚地举一个例子来说明吧。有一天我参加某项活动,有1200名工程师出席,主要都是电讯业人士(很可能,我那个城市最 棒的一部分)。活动井井有条,和一个物流创意一起研讨。总的来说,如果要用我的说法,那就是一个完全可以?点燃创新之火?的机会。把这么些人带到同一个时 空点里好让他们发挥集体智慧参与创意,连接那些杰出的头脑来创造一个更好的企业性和社会性未来。我希望听到的是:?朋友们,这是共同创造项目的时刻,以竞 争的方式合作的时刻,把它们增加甚至相乘。朋友们,未来就在于现在敢于冒险。?

然而没有,结果不是这样。那次活动最大头的政治人物非常黯淡,级别很低。出去的时候业没有得到什么实质性掌声(看来他的声望??我想),结束发言的时候业没有(平局=零下)。真是一个大好机会被浪费掉了。

或许可以说,我们已经不能在对公共机构或者政治领导抱任何希望(要知道,二者不能混为一谈),也就是说,如果有事情定要发生,那将是通过来自民间 的社会革新力量。但我又不同意。事实上,正是因为来自民间的创意是?在基因上?个人化、行会化的,趋向于开发一个有限的小小现实空间,在我看来,其冲击力 远比可能的?社会未来?因素要小。

我认为正因为如此,公共机构的责任就是要在民间创意人士之间搭建桥梁,令其财富能够继续增长(理论上是如此,虽然全球竞争现象早已完全改变了游戏规则)。公共机构的功能就是让社会运转(公益性服务和基础设施),让社会发展。而这最后一点只能通过联结杰出头脑来实现。

因此,公共机构的角色,就是通过有野心的大结构项目来联结私有企业,创造有情调的?氛围?好让那些有想法的个体创业者和企业家能够互相联系。就是通过创造良好的集体?脑力状态?来?创造未来?。

而没有领导力就做不到这一点。苹果公司(Apple)的灵魂是Steve Jobs,维珍公司(Virgin)有Branson,桑坦得银行(Santander)有Botín以及其他金融世界的领袖,Zara成衣有 Amancio Ortega,Imaginarium项目有Félix Tena,还有很多类似的情况??

所有这些人都是天才的催化剂。一些领导力的标矢量平衡让他们的公司中能发生那些天才的事情,而且能够富有智慧的在大型创意和?社会未来?中与公众 领袖相结合,就使的发生了根本性革命性的效果。明显的例子就是爱尔兰,那里的公共机构和私有企业完全混交,并且把金融资源整体交给社会(公众)来发展个体 的创意,但却不局限于自私的组织方式,而是通过一个创造集体财富方式。

如果说个体创意的目标是?把蛋糕变大?,那么公共机构的目标就应当是在第三维空间把蛋糕变大,使得变大的部分不仅能卖掉而且能让整个社会收益。

我想谈两个例子。

加太罗尼亚工业技术大学(UPC)的INNOVA项目退出了一个有趣的程式,促进?加速?创新企业从大学里呼啦一下子钻出来。它的想法是把这些勇 敢的创新者和成熟的企业领导结合在一起,后者知道如何开创企业,因为他们曾经亲身经历。然后让前者说服?民间社会?推出他们年轻的知识和想法??一个非常 杰出的?联结人与人?的例子,催化这些联结??因为它们很难以自然的方式发生??来获取一个社会目标:财富增长的同时让那些新企业能够生存和变得强大。

另外一个例子是关于加太罗尼亚自治区政府门户网页的重新组织(用?重新创立?会更为合适)。他们努力采用最新的建筑和信息搜索技术,让他们不仅仅 局限于内部管理系统。Gencat网未来可以变成一个富有魔力的载体,把全国的信息都放入其中,一条真正的信息高速公路,把信息岛全部在数码空间中结为一 体。这就是?数码规划?现象所能创造的财富。

因为要知道不仅仅是联结信息岛,还有很多信息大陆需要互通有无。

这两个例子说明,如果没有强大的领导,没有那些愿意为了公众的利益而把事情复杂化的人,就不可能有创新。他们联结平行线之间的能量,因为没有巨多的物质就不会发生质变(允许我用一下广义相对论的比喻么?就是那个万有引力镜片)。

最后一点提示:我们这些热爱自己国家的人,或者那些认为自己在想未来或者什么也没想的人,我们现在有一个重要的责任??要加劲儿把创新者们联结岛 一起,让它以自然的方式发生,比如在美国。而这里,我的朋友们,却行不通。我们的责任就是催化那些最活跃点之间的联结,要知道企业逻辑从根本上是以自私的 方式思考的。

Infonomía(名称大意为:信息癖好)公司就准备做这么一个项目:以富有生产力的方式联结那些不安分的头脑。

而具体来讲,这也就是我的责任所在。这里我声明,我的承诺是不仅仅在这里这么说,而是要开始这么做。

必须要有一点、一点的??富有智慧的疯子精神(请看《经济学人》The Economist杂志上那篇关于对于创造力的经济重要性进行再认识的文章)

要像疯子般地去领导,好让我们的子孙能更幸福的生活。

Català


No hi ha innovació sense lideratge

Estic més que preocupat pel final del capitalisme. Pot sonar una mica estrany, tenint en compte que em defineixo com a progressista (què és això avui?); és a dir, si més no, escèptic sobre la «raó social» de l’empresa; i que, a més, res no sembla indicar que el pròsper univers dels diners pels diners s?hagi d?enfonsar, ara com ara.

Però la veritat és que em preocupen els símptomes de «pèrdua d’horitzó», en el qual ha entrat el món de l’empresa com a conseqüència de la substitució progressiva i imparable de professionals per financers al capdavant del poder empresarial. Avui mana només el discurs amb els accionistes i la passió del fundador d’empreses s’ha diluït en les operacions financeres carregades a l’arma del full de càlcul.

Un exemple simple, que, com veureu de seguida, podria sortir-me per la culata. Qui, en les circumstàncies actuals de total domini del compte de resultats (cal pagar les nòmines), s’atreviria a rebutjar un possible projecte de 500.000 euros perquè veu que no té cap sentit, i, conseqüentment, així ho comunica al client? Qui fa això sense el risc que el titllin de ximple, en especial aquells que com a voltors estan en espera de teu NO per llançar-se directes a la víctima? Fins on hem arribat perquè la idea original d’una empresa, el projecte vital del seu fundador, es dilueixi en el mer fluir de factures?

No estic ja definitivament fora d’osques. Només crec que, en el benefici futur de tots, cal que entenguem que els comptes de resultats han de tenir la seva intersecció amb el progrés social. En altres paraules, no hi ha futur possible si no és social… Així ho va comentar en el seu llibre Ils vont tuer le capitalisme el fundador d’AXA, Claude Bébéar,

Em fa la impressió que ens adrecem a una petita variació de l’argument de la llegendària pel.lícula Ultimàtum a la Terra («The day the World stood still»), en la qual un extraterrestre, el ben plantat Klaatu, arribava a la Terra en el seu plat volador (el film data de 1951, en què el plat volador era el referent del més enllà), acompanyat pel seu omnipotent robot Gort (que ell solet podia carregar-se la Terra).

Klaatu venia a advertir-nos que els altres planetes habitats no permetrien l’existència d’un planeta agressiu com el nostre (la Terra acabava de sortir d’una guerra mundial, no hem d’oblidar-ho, i l’amenaça nuclear ja era una realitat), perquè, al cap i a la fi, era una amenaça potencial per als altres. Per això exigia una reunió amb tots els mandataris del planeta, per donar-los un ultimàtum: ?o canvieu de rumb, amics, o qui us destruirà, de forma purament preventiva, serem nosaltres?, ens advertia.

Doncs bé, necessitem un Klaatu universal que ens digui que el perill d’una visió exclusivament financera del món és tan perillós com un món ple de caps nuclears. La bomba social funciona.

Estic totalment convençut de la necessitat de la iniciativa privada, que ningú no s’equivoqui. No hi ha futur sense empresaris: radicalment, els empresaris són els que amb la seva visió, energia i passió, generen riquesa per a tots. De fet, crec que el sector públic és massa gran a Europa i que tenim una actitud excessivament filial pel que fa al papà Estat. Però també crec que allò «públic» té un paper fonamental per connectar el talent d’un territori en un horitzó de futur social.

I no anem bé, en aquest sentit. Seré franc, a través d’un exemple. L’altre dia vaig assistir a un acte en el qual hi havia uns 1.200 enginyers, la majoria de telecomunicacions (possiblement, el bo i millor de la meva ciutat). Un acte molt ben organitzat i amb una logística de cronòmetre. Una ocasió realment única per a «encendre el foc» de la innovació, si se’m permet l’expressió. Un moment únic, perquè fou car portar tota aquesta gent a un punt de l’espai-temps, per entusiasmar-los en un projecte col?lectiu. Un moment singular per connectar ments en un vector d’ambició per a un futur empresarial i social millor: «Amics, és el moment dels projectes conjunts, de col?laborar i competir, de sumar o, millor, de multiplicar. Amics, el futur és atrevir-se ara!», esperava sentir.

Però no, no va ser així. El polític de més nivell en l’acte va ser gris, de baix nivell. No va ser pràcticament aplaudit quan va sortir a escena (és a dir, el seu prestigi = zero), ni quan va acabar la seva retòrica (empatia aconseguida = sota zero). Quina ocasió fantàstica dilapidada!

Es podria dir, potser, que ja no podem esperar res del món de l’Administració i del món de la política (que, recordem-ho, no són el mateix món), i que si alguna cosa ha de passar haurà de venir de la capacitat de transformació de la societat civil. Però no hi estic d’acord. De fet, justament perquè la iniciativa privada és, «genèticament», individualista, gremial, orientada a l’explotació d’una àrea petita de la realitat, opino que el seu impacte és més baix del possible com a element de «futur social».

Crec que justament la responsabilitat nova del públic consisteix a establir els ponts que connectin les persones de la societat civil que s?estan deixant la pell perquè es continuï creant riquesa (literalment, és així, en un context d’emergència de la competència global que ha canviat radicalment les regles del joc). La funció del públic és fer que la societat funcioni (serveis públics i infraestructures) i que la societat progressi. I això últim s’aconsegueix amb la combinació de talents individuals.

Així doncs, el paper del públic hauria de ser connectar allò privat, a través de projectes transversals ambiciosos. Crear «espais» on flirtegin i es creuin promíscuament les iniciatives individuals d’emprenedors i empresaris. Crear l'»estat mental» col.lectiu d’optimisme en les nostres capacitats col.lectives per «crear futur».

I això no es fa sense prestigi: el de Steve Jobs, l’ànima d’Apple; el de Branson, el motor de Virgin; el de Botín, amb una ambició global de líder financer, amb el Santander; el d’Amancio Ortega amb el seu model de Zara; el de Félix Tena amb Imaginarium, i molts d’altres…

Totes aquestes persones són catalitzadores de talent, vectors de lideratge que fa que les coses s’esdevinguin a les seves empreses i que, sàviament combinades per líders públics en grans iniciatives de progrés i «futur social», poden tenir un efecte transformatiu brutal. És el cas d’Irlanda, on allò que és públic s’ha hibridat amb el que és privat i han posat els recursos financers de la societat en conjunt (públics) al servei del desenvolupament de les iniciatives privades, però no des del mer egoisme organitzatiu, sinó des de la creació de riquesa col·lectiva.

Si l’objectiu de la innovació privada és «augmentar la mida del pastís», l’objectiu d’allò que és públic hauria de ser augmentar el pastís en la tercera dimensió, de manera que no solament guanyi aquell que «ven» sinó que hi guanyi el conjunt de la societat.

Dos exemples que vull comentar.

El programa INNOVA de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) ha llançat una interessant proposta per a l'»acceleració» d’empreses innovadores sorgides com a spin-offs de les universitats. La idea és connectar els valents emprenedors amb empresaris i directius madurs, que saben com fer créixer una empresa perquè ho han viscut en primera persona. Que l’entusiasta gent del programa INNOVA de l’UPC hagi convençut la «societat civil» empresarial (directius i empresaris amb prestigi) que aportin el seu coneixement als «joves» em sembla un exemple extraordinari de «connectar persones», de catalitzar les connexions, que difícilment apareixerien de forma espontània, per contribuir a un objectiu social: la creació de riquesa en forma de noves empreses viables, fortes.

Un altre exemple és el de la reorganització («refundació» seria més correcte) del portal de la Generalitat de Catalunya, un esforç per aplicar les últimes tecnologies d’arquitectura i cercadors d’informació que no es queda, tanmateix, en l’àmbit intern de l’administració: Gencat pot esdevenir amb el temps un fantàstic vehicle per acabar organitzant tota la informació del país, una veritable infoestructura que connecti les illes d’informació avui escampades pel territori digital, un fenomen d'»urbanització digital» que projecta riquesa.

Perquè cal recordar que de la connexió d’illes no en surten illes connectades, sinó continents.

Dos casos que no haguessin estat possibles sense forts lideratges de persones a qui agrada complicar-se la vida pel bé públic. Que connecten energies que flueixen en línies paral·leles i que sense una massa gravitatòria distorsionant mai no arribarien a confluir (se’m permet aquí usar una metàfora basada en la relativitat general, la lent gravitacional?).

Una última nota: els que estimem el nostre país, els que creiem que o pensem en el futur o res, tenim ara una responsabilitat important. Cal posar energia per connectar els nodes d’iniciatives emprenedores. En altres països les sinapsis apareixen de forma espontània, com als Estats Units. Però aquí, amics meus i amigues meves, no. És la nostra responsabilitat catalitzar les sinapsis (connexions) entre els nodes més actius, que la lògica empresarial porta en principi a pensar de forma egoista.

Infonomía així ho farà: el nostre projecte és ara connectar els inquiets de forma productiva.

I és, concretament, la meva responsabilitat. Anuncio, doncs, des d’aquí, el meu compromís per deixar de parlar només d’això, i començar a fer-ho.

Cal estar, doncs, una mica boig… sàviament boig (mira aquest article sobre el redescobriment per l’economia de la importància de l’innovador i emprenedor en un recent The Economist).

Cal liderar bojament perquè els nostres fills puguin viure millor.

No Comments

Sorry, the comment form is closed at this time.