Josep Lluís de la Rosa

Josep Lluís de la Rosa

 

Mallorquín de nacimiento, gerundense de adopción. Vicerector de I+D de la Universitat de Girona. Tras una breve incursión en el mundo de fútbol robótico, en 1999 funda Agents Inspired Technologies, spin-off de la UdG especializada en inteligencia artificial aplicada al customer intelligence, una tendencia emergente del marketing de clientes para empresas.

 

PepLluís, presidente de Agents Inspired, nos explica lo que ha aprendido estos años al frente de la empresa.

 

 

Lo difícil que es aplicar al mercado los conocimientos de un profesor

 

Has desarrollado tu carrera como profesor de informática e investigador en la Universidad, cursado un master de gestión de empresas, pero sólo en el momento de articular las ideas de negocio, de comunicarlas e implicar a la gente te das cuenta de lo difícil que es. Especialmente durante el periodo en que aún es tu idea pero todavía no es su idea, ni su empresa. Esto significa que cualquier previsión que hagas sobre el tiempo de desarrollo, tanto tecnológico como de negocio, se multiplica por 2, 3 o 4.

 

Mi carencia de contactos en el mundo de la innovación. Como profesor universitario no era consciente de mi aislamiento del mercado y del mundo de la innovación empresarial. He tenido que esforzarme en desarrollar una red de contactos imprescindibles. Afortunadamente, la situación se ha corregido y desarrollar negocio ahora no es tan difícil. Por ejemplo, en estos últimos años se han creado diez empresas spin-off de la UdG, una cifra muy elevada para una universidad tan pequeña.

 

La ingenuidad inicial. Aunque he cursado un MBA y como profesor he conseguido credibilidad ante una cartera de clientes fieles, me ha sido muy difícil captar nuevos clientes simplemente porque me era imposible distinguir cuando un potencial cliente realmente necesitaba lo que le ofrecía, de cuando sólo le producía interés intelectual o sorpresa. He aprendido a detectar las evasivas, a ponerme en la piel del otro y a entender que por muy bueno que sea mi producto, si nadie muestra interés, pues algo está fallando.

 

La persistencia, fundamental. He vuelto a la universidad, soy vicerector de I+D, pero mantengo mi otra pierna y mi pensamiento en la empresa, implicado con los empleados y ejecutivos que trabajan a diario, porque lo importante es persistir a pesar de los vaivenes en los ciclos de los negocios tecnológicos. Este verano, la alemana E.ON, principal empresa europea de energía, ha contratado nuestros servicios, ¡quién lo iba a decir hace unos años!

 

Conseguir un buen equipo. Tras muchas vicisitudes, hemos conseguido un equipo pequeño, pero bueno, muy bueno. Nos ha costado muchos intentos fallidos. Cada persona es un mundo y las reducciones de personal siempre se me han hecho muy desagradables. Pero he aprendido que no puedes sobredimensionar las plantillas según unos ingresos previsionales futuros ni crear demasiadas expectativas, aunque sea por desconocimiento.

 

La fantasía y la pasión intacta. En la universidad dirijo una veintena de personas, la mayoría doctorandos, jóvenes y no tan jóvenes que quieren ser doctores en un futuro, compartiendo su pasión en investigación conmigo. Este equipo es una fuente de fantasía. Un ejemplo, un nuevo tema de investigación es el de los infohabitantes, seres auténticamente virtuales capaces de autorganizarse para conocer la escala de valores de las personas, representarlas en compra-ventas automáticas dentro de instituciones electrónicas y que utilizan una nueva moneda, la moneda-conocimiento, para financiar sus intercambios, mientras que preservan fielmente la privacidad de sus usuarios mediante novedosos esquemas bioinspirados de comportamiento. Todo esto, aunque parezca mentira, es lo que espero transferir a la industria en los próximos años.

 

 

2050, el reto. Para este año queremos tener un equipo de robots humanoides capaces de ganar al fútbol al equipo humano campeón del mundo.

Como patrocinadores, hemos reconstituido el Rogi Team (Robots de Girona), nuestro equipo de robots futboleros, para participar en el Worldwide RoboCup Tournament de Alemania 2006. Son quince robots, pero desde el mundial de Japón 2002 los hemos tenido un tanto olvidados. Y ya se sabe los robots, como las persona, si no practican, envejecen.

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